
Son ya varios de mis artículos que escribo sobre la hegemonía China en este artículo Como China está desarrollando su influencia en los Estados Unidos ya describía y ponía en antecedentes de la telaraña que lleva años tejiendo China sobre los EE.UU.
Irán y China vuelven a la carga. El viernes de la semana pasada, ante la aparente sorpresa de la Administración Biden, China hizo valer su influencia en Oriente Próximo llenando el vacío creado por el presidente estadounidense y mediando en un acuerdo entre Irán y su amenazado vecino, Arabia Saudí, a quien Biden prometió convertir en un «paria» y dejar de venderle material. Los saudíes tomaron buena nota.
Teherán, por su parte, no ha llevado con discreción su misión de «exportar la revolución» al Hemisferio Occidental. Más recientemente, en febrero, dos buques de guerra iraníes en Brasil del recién reelegido presidente socialista Luis Inácio Lula da Silva. Desde allí, según se ha informado, se dirigirán al Canal de Panamá, ya controlado en ambos extremos por el más reciente aliado de la República Islámica, el Partido Comunista Chino (PCC).
Irán lleva décadas infiltrándose abiertamente en Sudamérica. En 1994 voló por los aires un centro comunitario judío en Buenos Aires, Argentina, matando a 85 personas. Recientemente, mientras la Administración Biden perseguía un «acuerdo nuclear» con los ayatolás que le permitirá tener pronto tantas armas nucleares como desee, Irán ha ido ampliando su ya considerable presencia al sur de la frontera estadounidense.
La teocracia islámica militante tiene una presencia significativa y, presumiblemente, influencia en Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua. Ahora su objetivo sería Brasil y el Canal de Panamá.
Bajo el Gobierno de Bolsonaro (2019-2022), las relaciones diplomáticas entre Irán y Brasil eran frías. Sus pesquisas sobre Hezbolá y sus actividades en la Triple Frontera (Brasil, Paraguay y Argentina) llevaron a la detención en 2018 del financiero regional del grupo terrorista, Asad Ahmad Barakat. El apoyo de Bolsonaro a Israel, por otro lado, quedó demostrado con la primera visita de un primer ministro israelí a Brasil: Benjamín Netanyahu asistió a la toma de posesión de aquél en 2019.
Irán acogió con satisfacción la elección de Da Silva y la previsible mejora de las relaciones con Brasil. El portavoz de su Ministerio de Asuntos Exteriores, Naser Kanaani, se apresuró a felicitar a da Silva por su triunfo. El mensaje de felicitación de Basir Naim, miembro del Politburó de Hamás, fue como era de esperar: «Hamás espera que el presidente Lula mitigue todos los efectos del apoyo ilimitado (de Bolsonaro) al Estado ocupante de Israel».
Una encuesta de Pew realizada en 2015 reveló que la gran mayoría tenía una opinión desfavorable de Irán. Brasilia mantuvo relaciones cordiales con Teherán durante los anteriores mandatos de Da Silva, que visitó Irán en 2010 tras la visita de Ahmadineyad a Brasil en 2009. Brasil es también el mayor socio comercial de Irán en América Latina. Los brasileños envían grandes cantidades de carne (sobre todo de vacuno), medicinas y automóviles a Irán. El gigante petrolero brasileño Petrobras ha realizado importantes inversiones en la industria petrolera iraní.
Los buques iraníes que atracaron en Brasil fueron el Iris Makran (el mayor buque de guerra iraní) y la fragata Iris Dena. Forman parte de la 86ª Flotilla iraní y de su recién creado Mando del Océano Atlántico. En un visible desafío a la hegemonía estadounidense en el hemisferio occidental, se dirigirán al Canal de Panamá.
Esta visita a América Latina es el segundo despliegue naval iraní de este tipo desde la gira marítima atlántica de 2021. Todo apunta a que Teherán intentará ampliar su perfil diplomático y militar en la región.
Dado que Brasil es la nación más grande, más poblada y poderosa militarmente de Sudamérica, otros países latinoamericanos podrían animarse a buscar también estrechar lazos con adversarios de Estados Unidos. ¿Cómo ha logrado China «imponerse a Estados Unidos para dominar Sudamérica»?.
Son ya siete los países sudamericanos –Venezuela, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile, Argentina y Uruguay– que forman parte de la Nueva Ruta de la Seda china. El único país con lazos diplomáticos con Taiwán es Paraguay. A esto hay que añadir que China parece ansiosa por aumentar su presencia económica y militar en el Caribe.
Miembros de la familia del actual presidente estadounidense, Joe Biden, recibieron en 2017 más de un millón de dólares que provenían de una empresa energética china. Así se sostiene en un documento publicado este 16 de marzo por el Comité de Rendición de Cuentas de la Cámara de Representantes de EE.UU., que analizó registros financieros en el marco de una investigación sobre el tráfico de influencias y supuestas tramas empresariales del mandatario.
En el informe se señala que desde 2015 hasta 2017 Hunter Biden (hijo del presidente), James Biden (hermano), Hallie Biden (nuera) y un miembro más de la familia, cuya identidad se desconoce, recibieron más de 1,3 millones de dólares en pagos desde cuentas vinculadas con Rob Walker, socio empresarial de Hunter Biden.
Los pormenores del viaje del líder chino a Rusia, donde se ha planteado con su homólogo una alternativa real al ansia de dominio de EE.UU. y sus aliados. Pone el acento en la manera en la que estar en contra de los designios de Washington se ha convertido en una amenaza para los que no quieran seguir sus mandatos. Además, señalan los principales retos y objetivos que tendría un nuevo orden multipolar.
Viernes 24 se hunden el Deutsche Bank, Commerzbank y UBS (y contagian al resto de la banca). Confiemos en que en España resistan BBVA y Santander.
El gigante chino de la industria inmobiliaria también se desploma. El crack financiero está a la puerta de la esquina y, con ello, la concentración del dinero en cada vez menos manos. La mayoría perderemos, una gran minoría será aún más rica.
Me encantan las sanciones a Rusia, después de dedicar cantidades ingentes de dinero y horas de nuestros burócratas a hacer la guerra, Europa se hunde, si se hubieran dedicado a construir un eje Paris Berlin-Moscú-Pekín y el ejercito europeo quizá ahora estaríamos experimentando pleno desarrollo.
La estupidez y ceguera de EEUU y la UE raya lo infinito. Rusia y China se han convertido en los nuevos líderes mundiales, militarmente invencibles y controlando todas las materias primas de Africa, Latinoamerica y Oriente Medio.
La crisis europea no atiende solo a un problema de integración interna, ni solo a la dependencia militar o económica de los EE.UU., sino a cómo todo eso ha construido una idea confusa sobre el papel que deben jugar estos países en el mundo. El mundo multipolar que se está construyendo reclama una política internacional respetuosa con la soberanía de los pueblos, ¿están los Estados de la Unión preparados para este cambio?.
La crisis europea no atiende sólo a un problema de integración interna, ni solo a la dependencia militar o económica de los EE.UU., sino a cómo todo eso ha construido una idea confusa sobre el papel que deben jugar estos países en el mundo. El mundo multipolar que se está construyendo reclama una política internacional respetuosa con la soberanía de los pueblos,
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