Sánchez, el tirano, villano, ruin y traidor

Robespierre: “La traición deja de ser un defecto para convertirse en una virtud cuando te permite mantener el poder”.

Dice el diccionario español que una persona ruin es aquella que es “despreciable por cometer o ser capaz de cometer malas acciones, con falsedad, hipocresía, traición o engaño”.

Engaño principalmente a sus electores y españoles en general con el no pactare con PODEMOS, ni BILDU ni ERC y se ha convertido y con gusto en su rehén. Lo primero, habida cuenta del cúmulo de promesas incumplidas, hechas a la sociedad, a los españoles, a la ciudadanía, y por la suma de mentiras comprobadas.

Lo de traidor podría parecer excesivo. Sin embargo, dice la Real Academia que traidor es quien “comete traición”. Y para “traición” concreta dos acepciones: “1) Falta que se comete quebrantando la fidelidad o lealtad que se debe guardar o tener. 2). Delito cometido por civil o militar que atenta contra la seguridad de la patria.

Eliminar el delito de sedición, Por esos dos lados puede cogerse a Pedro Sánchez. Por el del quebranto a la fidelidad y lealtad debidas, y por el de atentado contra la seguridad de la patria. Y faltaría por comprobar su cambio de actitud personal sobre el Sahara.

Y todo ello recurriendo a trucos de tramposo. Lo es tramitar la reforma de sedición como proposición de ley, no como proyecto de ley, con lo que no tendrá que escuchar al Consejo del Poder Judicial ni al Consejo de Estado. Y por vía de urgencia, por supuesto. ¿De quién la ocurrencia?, Bolaños, Conde Pumpido, Margarita Robles, Marlaska, Delgado, la cantera es amplia. Margarita Robles, Félix Bolaños, María Jesús Montero, Pilar Alegría no cerraron la puerta al cambio de la malversación y alegaron que no puede castigarse del mismo modo a quien se lucra que a quien gestiona mal fondos públicos.

La reforma de los delitos de sedición y de malversación esconde una ‘amnistía encubierta’ para los dirigentes de ERC implicados en causas judiciales por el 1-O. Pese al no rotundo de la Moncloa a aceptar ese perdón generalizado, Pedro Sánchez y Oriol Junqueras sí negocian evitar que una treintena de ex altos cargos acaben en prisión. Habría que revisar centenares de casos de malversación e incluso podría salvar a Griñan y los suyos.

Vía enmiendas el equipo de Pedro Sánchez en la Moncloa y el entorno de Oriol Junqueras negocian ya discretamente una especie de amnistía encubierta para evitar que una treintena de ex altos cargos independentistas acaben en prisión. No se trataría de una amnistía como tal, porque lo prohíbe expresamente la Constitución, pero los cargos de Esquerra implicados en el procès conseguirían igualmente, en la práctica, “los efectos de la amnistía”

Lo ruin se asocia a aquello que es despreciable, ignominioso, miserable o mezquino; por lo tanto, lo ruin merece ser repudiado y condenado.

Pocas descripciones pueden identificar mejor al personaje que ocupa la Moncloa desde hace ya tres largos, larguísimos años. El que pasará a los anales como peor presidente de la historia de España. Y eso que le queda un año por delante, en el que puede hacerlo todavía peor.

Tirano la RAE lo define así; adj. Dicho de una persona: 1) Que obtiene contra derecho el gobierno de un Estado, especialmente si lo rige sin justicia y a medida de su voluntad. 2) Dicho de una persona: Que abusa de su poder, superioridad o fuerza en cualquier concepto o materia, o que, simplemente, del que impone ese poder y superioridad en grado extraordinario.

Que Sánchez es un tirano según la RAE resulta patente pues abusa de su poder, superioridad o fuerza en grado extraordinario en las muchas tropelías que comete y que, según los casos, sufrimos muchos o todos.

Conforme va avanzando su periplo al frente del Gobierno de la nación, resulta más evidente la doble cara que ofrece nuestro presidente, siendo la tiranía o la villanía lo que alternativamente y según los casos caracteriza sus actos y decisiones. Serán los historiadores los que, pasado un tiempo, tengan que calificar con precisión la conducta de Sánchez, pero aquí y ahora somos nosotros, los que la sufrimos día a día, los que tenemos el derecho de clamar contra el personaje y contra sus malhadados actos.

Pero si resulta obvia la tiranía de Sánchez no es menor su villanía dado el carácter ruin, indigno e indecoroso de sus actos de Gobierno. En este caso, la principal víctima del villano personaje es la propia democracia española que sufre un descrédito y deterioro permanentes por las agresiones que propugna Sánchez a sus instituciones y principios.

Técnicamente, Sánchez puede ser considerado un tirano no porque no haya sido elegido mediante el voto popular, sino porque tanto su gobierno como sus aliados y sus decisiones son contrarias a la voluntad popular y a los deseos y sentimientos de la sociedad que gobierna. Las encuestas son claras cuando revelan que al menos el 70% de los españoles quieren unas elecciones anticipadas, pero él las niega, después de haberlas prometido, lo que lo coloca contra su pueblo. El porcentaje de españoles que rechazan a los partidos aliados que sostienen su gobierno es todavía mayor, lo que hace más notoria su tiranía. Gobernar en contra de la voluntad popular, sobre todo cuando se niega al pueblo su inalienable derecho democrático a votar, es pura tiranía.

ULTIMA HORA; «En lugar de destituir a Irene Montero, haciéndole pagar por este desastre, la mantendrá en el cargo. Sencillamente porque no se puede permitir el lujo de perder el apoyo de Unidas Podemos. Ese es otro coste que los ciudadanos tenemos que pagar por un Gobierno que se sustenta en unos partidos que no creen en el Estado de Derecho.»

3 comentarios

  1. Cierto, querido amigo: «Gobernar en contra de la voluntad popular, sobre todo cuando se niega al pueblo su inalienable derecho democrático a votar, es pura tiranía.»

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