Estaba buscando noticias en medíos europeos y americanos sobre el Breixit y la verdad los medios británicos se centran más en la opinión de Jeremy Corbyn que del Breixit y ninguno habla ya de Gibraltar, salvo el sábado que la prensa británica tampoco veía bien la postura de May.
Pero en el New York Times (versión español) si me sorprendió está noticia; “La monarquía española necesita un referéndum”, lo firma David Álvarez en su perfil de linkedin este sin foto, pero que no obstante nos puede dar una idea del periodista y apreciar su artículo obedece a “instancia de parte”, pero que no obstante tiene su importancia, y se suma a la compaña ya iniciada en España. De ahí este artículo.
Las papeletas han sido impresas, la campaña lleva días en marcha y los estudiantes han sido llamados a votar el jueves 29 de noviembre en un referéndum simbólico que se repetirá en al menos trece universidades españolas con la misma pregunta: “¿Estás a favor de abolir la monarquía como forma de Estado e instaurar una república?”. El resultado es lo de menos, incluso para los convocantes. La intención es dar un nuevo paso en una ofensiva que al final tiene como objetivo derrocar al rey Felipe VI, quien llegó al trono hace cuatro años con la promesa de renovar la institución.
En España está campaña está iniciada precisamente por los socios que conforman el frente popular que le dio la Moncloa a Pedro Sánchez (mitómano compulsivo) apoyado por todos los medios que favorecen a la izquierda y obedecen a Soros.
Significativo también es si cabe que The Guardian (medio vinculado a Soros, así como eldiario.es) simultáneamente se unan a esta campaña y escribe; Envalentonados por decenas de miles de españoles tomaron las calles para exigir una voz por el futuro de la monarquía de España, grupos de activistas anunciaron que realizarán su propio referéndum en los cinco días previos a la coronación del príncipe Felipe.
La idea ya surgió en la noche que el rey Juan Carlos anunció su abdicación, después de unas 20.000 personas vestidas con el rojo, amarillo y púrpura de la antigua República española descendida sobre la Plaza de la Puerta del Sol de Madrid para pedir el fin a la monarquía. «Parece absurdo para nosotros que en una democracia nadie está pidiendo a los ciudadanos si quieren una monarquía o una República,» dijo Kike Castelló de ¡Democracia Real Ya! (Real Democracy Now!), uno de los colectivos de docena o tan involucrados en la organización del referéndum.
A los participantes se les pide responder sí o no a dos preguntas: si están de acuerdo que la cabeza de España debería ser elegida y si están de acuerdo que debe abrirse un proceso constitucional para que los ciudadanos puedan decidir cómo se rige el estado español. El resultado según publico el País y otros medios dijo que el 62% de los españoles creen que se celebrara un referéndum sobre la monarquía «en algún momento». Casi la mitad, dijo en la encuesta, preferiría una monarquía encabezada por Felipe, mientras que 36% apoyaría una República.
El plebiscito está abierto a los españoles que viven en cualquier parte del mundo, y un grupo en París pusieron puna mesa electoral en las calles de la capital francesa. «Los españoles son los que se verán afectados por esta monarquía”.
Felipe VI necesita exactamente lo contrario: abrir la institución a la calle, huir del hermetismo que promueve su entorno más conservador y reanudar el impulso reformista de sus comienzos, abrazando incluso la idea de que al final su futuro sea decidido en un referéndum.
El prestigio de la monarquía en España está bajo mínimos. La abdicación de Juan Carlos I estuvo precedida por una concatenación de escándalos que se acumularon durante tres décadas y se silenciaron hasta que la crisis provocó un estallido social que tuvo consecuencias mediáticas.
Arabia Saudí «petróleo», Botsuana, Corinna y Urdangarin no ayudaban al buen nombre de la institución y Felipe VI recibió una peligrosa herencia, salvada en parte porque heredaba el silencio mediático de su padre (figura convertida en los últimos años en el ‘punching ball’ para ciertos sectores republicanos).
El vehemente mensaje del 3 de octubre no ayudó a que Felipe VI se convirtiera en la deseada figura de consenso que pusiera paz al pulso catalán y de hecho su mayor defensor en los medios de comunicación es el controvertido locutor Federico Jiménez Losantos, látigo de Juan Carlos I y ferviente republicano.
Izquierda Unida llevo a más de mil ayuntamientos una moción para debatir la idoneidad del sistema monárquico en el siglo XXI. Podemos apoya la campaña. No lo hace el PSOE, tal y como se evidenció en la filtración de un documento interno y en su castigo verbal a las Juventudes Socialistas por emprender una campaña para exigir la III República.
El Parlamento de Navarra también ha exigido un referéndum con el apoyo contrario de los socialistas, que son citados como miembros insignes del “bloque monárquico”, en palabras de Pablo Iglesias. En trece universidades españolas también se realizará una consulta simbólica, con evidentes tintes republicanos.
JxCat ha enviado a los otros partidos en el Parlamento catalán un proyecto contundente de ley para crear una Comisión de investigación en las«estructuras de corrupción ligado a la familia real española y a las personas que son o han sido relacionados con ella»y supuestas cuentas irregulares pertenecientes al rey emérito, Juan Carlos I, en Suiza y otros paraísos fiscales. Entre las presuntas actividades irregulares o delictivas de personas vinculadas a la familia real están algunas dirigidas a «forzaron la mudanza de la sede social de bancos, grandes empresas y multinacionales en el territorio de Cataluña».
Le Figaro “también se hizo eco de esta noticia; El rey Felipe VI es criticado en Cataluña, particularmente desde su discurso de firmeza contra los separatistas catalanes durante la crisis del otoño pasado. El socialista Pedro Sánchez tiene hasta esta maniobra con mucha precaución hacia los separatistas catalanes, con la que ha restaurado desde su llegada en el poder del diálogo, propone un referéndum sobre una mayor autonomía para la Cataluña, rechazando cualquier referéndum de autodeterminación. Y añade que Pedro Sánchez, quien ha amenazado con entablar una acción judicial, se ha descrito como «inaceptable».
El 18 de junio de 2014, Juan Carlos, cansado y víctima de la crítica a los medios áspero, entregada el trono a su heredero, lisa entonces se convierten en el rey Felipe VI. Proximidad y sobriedad son las consignas del principio del reinado. Y desde un año, Felipe VI no se ha desviado de esta línea que se instaló en la ceremonia de inducción.
Pero puestos a promover un referéndum por la Monarquía y ahorrar costes, por qué no se incluye también una pregunta ¿si queremos autonomías?
URGENTE: Mañana publicare cuando tenga traducidos los documentos una serie de documentos publicados por Anonymous “la guerra hibrida” iniciada por los EE.UU. y Inglaterra contra Europa, “Iniciativa integridad” de los mismos se deduce que el plan Gibraltar, Ucrania ya estaba preparado desde 2015.
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Raro porque aparecio un articulo en el New York Times pidiendo una Monarquia en EEUU. Despues de ver lo que sucede en EEUU, si mi pueblo espanol [sangre] no quieren a Felipe VI, yo si lo reconozco como Rey
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Realmente el artículo no pide una monarquía para los EE.UU. es solo una comparativa entre un reino y una república, pero ya sabe en las monarquías quién gobierna son los políticos electos.
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