Europa debe ser blanca

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Al grito de Europa “debe ser blanca” y “Queremos a Dios”, miles de polacos se manifestaron en la capital de Polonia Varsovia contra el Islam y la inmigración. Como cada 11 de noviembre, el nacionalismo polaco celebra la fecha de su independencia nacional con una masiva manifestación en Polonia. Cada año acuden más polacos y más nacionalistas de toda Europa a este acto por lo que era de esperar algún tipo de boicot.

El boicot llegó, por parte de la alcaldesa de Polonia, de derecha liberal, que prohibió la manifestación hace unos días. Por supuesto, los organizadores del acto presentaron un recurso y la Justicia polaca les ha dado la razón. Pero tuvieron una desagradable sorpresa: el gobierno polaco pretendió usurparles el acto y apropiárselo, anunciando una manifestación paralela pero a la misma hora y con la misma ruta que la marcha de los Nacionalistas y en la que solo se permitirán banderas polacas. Los nacionalistas, liderados por el Movimiento Nacional de Robert Winnicki, se negaron a aceptar las condiciones del gobierno y mantuvieron su marcha y sus símbolos.

La ansiedad despertada en Europa por la presencia de musulmanes en sociedades tradicionalmente cristianas ha llegado a Polonia. La capital está tapizada de carteles anti-islámicos y varios cientos de personas se congregaron recientemente para oponerse a la construcción de una mezquita. Los manifestantes llevaban pancartas en las que pedían el “fin a la islamización”, además de carteles repartidos por toda la ciudad en los que aparecía una mujer con un chador negro y minaretes en forma de misiles a sus espaldas. (Ver vídeo a partir del minuto 1:17)

Los contra manifestantes, separados por un cordón policial, les acusaban de “fascistas” y “racistas”. Lo más sorprendente de la protesta es que a diferencia de otros países europeos occidentales, donde hay millones de musulmanes, en Polonia, un país con 38 millones de habitantes, sólo viven 30.000 musulmanes.

“La democracia está en riesgo, estamos ante un Gobierno controlador que se cree en posesión de la verdad y que quiere imponer su moral”, critica Sebastian Now, contable de 42 años, con su bebé de diez meses, Olga, en un brazo y una bandera de la UE en el otro. Desde que llegó al poder, el pasado octubre, el Gobierno nacionalista y euroescéptico de Ley y Justicia (PiS, en sus siglas en polaco), presidido por Beata Szydlo pero dirigido políticamente por Jaroslaw Kaczynski el líder del partido, ha emprendido una serie de reformas para ampliar la vigilancia en Internet, controlar los medios de comunicación para limpiarlos de periodistas críticos, recortar los derechos civiles y bloquear el Tribunal Constitucional; medidas que le han costado un toque de atención de las instituciones comunitarias.

Miloš Zeman, presidente de la República Checa, declaro este sábado en la televisión Prague TV, de la que se hace eco el medio wyborcza.pl no ha dudado advertir del peligro que conlleva la inmigración, estos no son ucranianos o vietnamitas, la llegada del islam a Europa, al igual que Hungría y Polonia o la República Checa también está en contra de la llegada de refugiados a la Unión Europea. No nos amenacen con la retirada de subvenciones advirtio.

El islamismo como problema político ha llegado a Polonia. Antes fueron Suiza, que prohibió (a través de un referéndum) la construcción de nuevas mezquitas. O Francia y Bélgica que analizan sanciones contra las mujeres que se cubren la cara en público (en Bélgica ya se ha prohibido el velo integral en espacios públicos), aunque en este caso se trata de algo distinto ya que buscan defender la integridad de la mujer y fomentar la seguridad ciudadana. Y también la Liga nacionalista del Norte de Italia que quiere que las mezquitas queden al menos a un kilómetro de las iglesias.

“Quisieramos iniciar un debate público”, declaró Piotr Slusarczyk, uno de los líderes de las recientes manifestaciones en Varsovia pidiendo el “fin a la islamización”, “Estamos advirtiendo contra el islamismo radical en Europa”.

Samir Ismail, un doctor kuwaití de origen palestino que lleva más de 20 años en Polonia, es el líder de la recientemente formada Liga Musulmana. Dice que para los 10.000 musulmanes viven en la capital, y se planea construir una mezquita, contra la que se manifesto Slusarczyk y sus seguidores será simplemente un lugar de oración. Destaca que la comunidad ha sido cuidadosa y para no ofender a nadie han optado por un minarete de 14 metros de alto, en lugar de los 23 que autoriza el permiso de construcción.

“No queremos crear malentendidos”, declaró Ismail al periódico Gazeta Wyborcza. “Somos conscientes de que tenemos un problema de aceptación”. Los roces con la pequeñísima minoría musulmana son una señal de la creciente normalización e integración de Polonia en la Unión Europea. En la época comunista prácticamente no había inmigrantes. Pero a medida que el país fue teniendo más poder económico, comenzó a atraer a extranjeros, desde los ucranianos que trabajan en la construcción o como ayuda doméstica, hasta los chechenos musulmanes que han escapado de la represión rusa.

Si la Unión Europea no comienza a fortalecer la seguridad en las fronteras externas, llegaremos a tener millones de refugiados. La cultura de esos refugiados no es compatible con la cultura europea, es algo que los propios inmigrantes entienden.

Según el propio Zeman, la llegada de musulmanes a los países europeos, ha hecho aumentar los niveles de violencia: “Está demostrado que el aumento de la violencia está relacionado con el aumento de las comunidades musulmanas”.

Otra de sus declaraciones contra el islam fue: “Podemos coexistir con numerosas religiones pero no con el islam. En sus textos sagrados se ordena dominar el mundo y someter a los infieles“.

El parlamento de Hungría aprobó el miércoles pasado un paquete de medidas legislativas (llamadas “Stop Soros). En el que se prevén sanciones de hasta un año de cárcel para aquellos abogados y ONGS incluido que ayuden a los inmigrantes irregulares. La resolución salió adelante gracias a la mayoría absoluta que tiene el partido en el Gobierno, Fidesz, desde su victoria en las elecciones de abrilLa campaña electoral de esta formación política estuvo marcada por su rechazo frontal a la acogida de refugiados en Hungría.

Pero realmente que está pasando en Europa; Según una reciente investigación del FBI, varios supremacistas blancos estadounidenses supuestamente se radicalizaron por y recibió entrenamiento del batallón de Azov neo-Nazi de Ucrania, que recibe fondos del gobierno actual de Ucrania así como la U . S. gobierno. El grupo RAM así se hacen llamar, también ha recibido armas del gobierno israelí. La acusación, presentada en Los Angeles, un «grupo extremista de la supremacía blanca».

Tengan estos hechos conexión o no, no deja de ser preocupante el hecho que en Alemania, fue fustrada una operación llevada a cabo por varios miembros del Mando de Fuerzas Especiales (KSK), la Oficina Federal de Investigación Criminal de Alemania (BSK), planeaban el asesinato de varios políticos «indeseados» en un mismo lugar con intención de matarlos.

Sea bien venido ese ejército europeo que Macron ha propuesto y Merkel en su adiós a la política también apoya, ahora bien, esa flecha envenenada de; «Quien pone en peligro la libertad y el Estado de derecho en su país lo está poniendo en peligro en toda Europa«, ha advertido Merkel en un mensaje claramente dirigido contra la Hungría de Viktor Orbán o la Polonia de Jaroslaw Kaczynski, quien pone en peligro Europa es el Islam, ver vídeo.

Cada vez son más los países de la Unión Europea que se posicionan firmemente contra los refugiados. “Hay que ser realistas. La inmigración musulmana es imposible de integrar y no es capaz de asimilar la cultura que tenemos en Europa”.

 
 
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