La 66ª Conferencia de Europa, más conocida como reunión Bilderberg, se celebra en Turín desde el jueves 7 al domingo 10 de junio. Son varios los asuntos que trataran pero es destacable la apreciación de Cristina Martín Jiménez. Rusia amenaza con romper el proyecto estrella de Bilderberg: la Unión Europea.
Pero la UE no es Europa, sino la iniciativa de las elites norteamericanas y europeas tras la Segunda Guerra Mundial. Rusia siempre ha sido Europa y lo era antes de que existieran los EEUU de Norteamérica. La Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría liderada por los americanos nos dividieron.
En su publicación activistpost nos hace un excelente análisis desvelándonos el plan del origen de Europa, podría decirse fueron un plan encubierto de los EE.UU la creación de la Unión Europea no fue motivada por los supuestos deseos de poner fin a las guerras en el continente europeo, ni para promover el crecimiento económico, haciendo que sea más fácil para los países europeos comerciar entre sí.
En su discurso ofrecido en Bruselas, Malloch advirtió a Francia y Alemania de que un “Estados Unidos de Europa” con un presupuesto centralizado va en contra de los intereses estadounidenses y dejó claro que la Casa Blanca se defenderá ferozmente ante cualquier incremento de “proteccionismo” en Europa.
Europa estaría sufriendo una aguda crisis identitaria agravada por el triunfo del Brexit y por el “proceso de balcanización europeo” ideado por EE.UU. para mediante selectivos atentados terroristas, la crisis de los refugiados, aplicación de aranceles y el despertar del anhelo independentista de las Naciones europeas sin Estado provocar la aparición de fuerzas centrífugas que aceleren la desmembración de la actual Unión Europea, quedando en manos de Macron y Merkel la ingente tarea de la reafirmación de la soberanía europea y la construcción una nueva arquitectura geopolítica en Europa.
La mutua imposición de sanciones entre la UE y Rusia tras la crisis de Ucrania marcarían el inicio de la división en la otrora monolítica postura de los países de la OTAN ante Rusia. Así, en represalia a las sanciones impuestas por la UE en el 2015, Moscú respondió con un embargo a los productos agroalimentarios europeas que habría tenido como efectos colaterales unas pérdidas estimadas en 150 millones de € diarios según el líder de la Liga Norte italiana y diputado del Parlamento italiano, Matteo Salvini y un monto total de más de 100.000 millones (según datos de la propia CE, la exportación a Rusia de la UE en el 2.013 habría ascendido a los 120.000 millones €). En consecuencia, habría surgido una corriente liderada por Italia, Finlandia y Francia que serían partidarios de suspender las sanciones a Rusia mientras en la orilla antinómica, tendríamos a Polonia, Gran Bretaña y Países Bálticos como adalides de seguir implementando dichas sanciones en el futuro mediato. Sin embargo, la reciente visita de Macron a Putin y la guerra comercial UE-EEUU podría provocar a corto plazo el levantamiento de las sanciones europeas a Rusia.
La implementación por EEUU de aranceles contra el acero y aluminio de la UE del 21% y 10% respectivamente provocarán la desafección europea hacia EEUU y una tardía reafirmación de la soberanía europea por parte Francia y Alemania que será la génesis de un nuevo proyecto europeo (Europa de los Siete), integrado por Francia, Alemania, Bélgica, Holanda, Italia, Luxemburgo y Austria, quedando el resto de países europeos periféricos (Portugal, España, Irlanda, Grecia, Eslovenia, Malta y Chipre) gravitando en sus anillos orbitales. El resto de países del centro y este de Europa, (integrantes de la llamada Europa emergente), que se extendería desde los Países Bálticos hasta la Ucrania europea, pasando por Polonia, República Checa, Eslovaquia, Hungría, Rumania y Bulgaria.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, en vísperas de su visita oficial al gigante asiático ha concedido una entrevista a la Corporación de Medios de Comunicación de China en el marco de la cual ha abordado las relaciones entre Moscú y Pekín, así como varios temas de actualidad internacional.
Al tocar el tema de las sanciones internacionales impuestas por varios Estados occidentales a Rusia, Putin ha asegurado que este hecho no asusta a Moscú y «jamás nos obligará a abandonar el camino del desarrollo independiente y soberano».
El mandatario ruso ha expresado la esperanza de que «la sensatez prevalezca», que todas las restricciones, «ilegales y perjudiciales para la economía global», se levanten gradualmente y se normalicen las relaciones de Moscú con todos los socios, incluidos EE.UU. y «otros países que han bailado al son que les tocó» Washington, e impusieron también sanciones anti rusas y ahora han empezado a sufrir las consecuencias negativas de su decisión.
Trump hizo hincapié en que puede continuar enumerando los acuerdos que son «extremadamente injustos para el país, los trabajadores y las empresas» de EE.UU. «Y los estamos cambiando rápidamente», reveló Trump al agradecer al secretario de Comercio de EE.UU., Wilbur Ross, por haber renegociado «muchos acuerdos comerciales. «Son realmente fantásticos», indicó el presidente.
«Tenemos los peores acuerdos que jamás se hayan hecho. Y vamos a lograr acuerdos comerciales justos», sostuvo el mandatario de EE.UU., citado por el sitio web de la Casa Blanca. «NAFTA es un desastre. La Organización Mundial del Comercio es un desastre»,
El mundo se está moviendo en una nueva dirección, y Europa es una de las regiones que están saliendo más perjudicadas. Las últimas señales son preocupantes y han puesto en el foco a Alemania, el país dominante en la UE. El anuncio por parte de Trump de los aranceles sobre las importaciones de acero perjudicó a la economía germana, pero llovía sobre mojado: la reforma fiscal de EEUU, que actuó con las armas típicas de países más pequeños, anunciando desgravaciones importantes para repatriación del capital e impuestos bajos para las empresas, fue un duro golpe para 5.000 compañías alemanas, que estarían valorando su relocalización en suelo estadounidense, según ‘Der Spiegel’.
Al mismo tiempo, las sanciones a Irán dejan las manos libres a China y se las atan a la UE, que tendrá casi imposible hacer negocios en la zona, y eso después de que la guerra comercial declarada por Trump contra el país asiático tenga ribetes muy preocupantes para Europa. Por si fuera poco, está el elemento simbólico de la jugada a Macron, y Rotchild con tantas risas y abrazos justo antes de anunciar el final del pacto con Irán, así como el hecho de que en la inauguración de la embajada de EEUU en Jerusalén estuvieran presentes los presidentes de Chequia, Hungría, Austria y Rumanía, lo que ahonda en las brechas abiertas en la Unión Europea.
Martin Wolf señala en un excelente artículo acerca de cómo los chinos perciben el poder occidental. Según el columnista de ‘Financial Times’, “la visión dominante en el resto del mundo era que Occidente se mostraba intervencionista, egoísta e hipócrita, pero competente”, y la segunda parte de la frase es puesta hoy en duda, y de una manera razonable. Por distintos motivos, la capacidad de Occidente para manejar correctamente sus sistemas económicos y políticos parece hoy muy débil. Se ha intentado corregir el rumbo con reformas que lo único que han provocado ha sido “ira improductiva”. En consecuencia, concluye Wolf, nuestro mayor enemigo somos nosotros mismos. Y tiene razón: la falta de habilidad de nuestras élites para traer solidez, estabilidad y prosperidad para nuestros propios países es buena señal de que mucho menos serán capaces de aportar algo de sentido común en el plano mundial.
Por otra parte es importante saber que los grandes fondos de inversión presentes en Bilderberg son accionistas y propietarios de los conglomerados mediáticos globales, que además de noticias venden películas y libros.
En Estados que se denominen a sí mismos como democráticos es inadmisible que miembros y presidentes de gobierno continúen encerrándose junto a banqueros, reyes y aristócratas, dueños de multinacionales como Microsoft, Facebook, Google, BP, Pepsi, Fiat, propietarios de conglomerados informativos, representantes de la OTAN, parlamentarios europeos y catedráticos de universidades a diseñar el modelo de mundo que les interesa sin contar ni dar explicación alguna a los ciudadanos que los han votado en las urnas. Esto no es democracia. Es un error del sistema.
El Instituto para la Economía y la Paz publicó este miércoles el Índice de Paz Global (GPI), Global Peace Index, que refleja los niveles de violencia registrados en los países, haciendo énfasis en aquellos que se posicionan en los primeros lugares como los más violentas de la última década.
El liderazgo de EEUU, con las rivalidades comerciales de Rusia y China, puede venirse abajo. Y es uno de los temas que van a debatir en la 66ª Conferencia de Europa de Bidelberg
[…] Europa debería mirar más a Rusia y China […]
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