Los EE.UU no quieren una Europa unida

En su publicación activistpost nos hace un excelente  análisis desvelándonos  el plan del origen de Europa, podría decirse fueron un plan encubierto de los EE.UU la creación de la Unión Europea no fue motivada por los supuestos deseos de poner fin a las guerras en el continente europeo, ni para promover el crecimiento económico, haciendo que sea más fácil para los países europeos comerciar entre sí.

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Después de finalizar la segunda guerra mundial, EEUU vio la oportunidad de transformar un continente devastado por la guerra. Quería que Europa fuera complementaria a la política estadounidense, convirtiendo el federalismo estadounidense en un modelo político ideal que debía reproducirse en el viejo continente.

Los historiadores diplomáticos han desenterrado pruebas sobre operaciones encubiertas apoyadas por Estados Unidos, diseñadas para socavar las influencias comunistas en Europa. Funcionarios estadounidenses trabajaron en un plan en 1950 para dar lugar a los Estados Unidos de Europa. Aquí es cuando vemos el surgimiento del Grupo Bilderberg y del Comité de Acción para unos Estados Unidos de Europa. Winston Churchill fue uno de los cinco presidentes del Consejo de Europa, una organización que instaba a una rápida unificación europea. Y algo debía de saber o intuir y  De Gaulle que mientras fue presidente de Francia veto la entrada de Inglaterra en la hoy UE.

Curiosamente, estos documentos particulares no se han encontrado en los archivos en los Estados Unidos o de Gran Bretaña, sino en Bruselas, la capital de facto de la Unión Europea.

Ha sido un proceso realizado paso a paso, y extremadamente planificado. Todo comenzó con el Tratado de Bruselas de 1948 y a partir de ahí con el Tratado de París de 1952. A continuación, el proceso continuó con el Tratado de Bruselas modificado de 1955 y luego con el Tratado de Roma de 1958. Todo esto llevó luego a una fusión de los Tratados en 1967 que se llamaba el Mercado Común, y que terminó como la Comunidad Económica Europea (CEE).

Un memorando del Departamento de Estado de Estados Unidos (documento completo en pdf)  con fecha de 11 de junio de 1965, informaba al vice-presidente de la Comunidad Económica Europea, Robert Marjolin, que persiguiera la unión monetaria a hurtadillas. Le recomendaba suprimir todo debate al respecto hasta que se llegara al punto en que “la adopción de este tipo de propuestas se convirtiera en algo prácticamente ineludible” .

Por si teníamos dudas de este origen y plan pre establecido en la reciente cumbre de la OTAN el pasado día 25 de mayo en Bruselas, el embajador de EE.UU. ante la Unión Europa, Ted Malloch, mostró la firme oposición de Washington a la posible creación de unos Estados Unidos de Europa.

En su discurso ofrecido en Bruselas, Malloch advirtió a Francia y Alemania de que un “Estados Unidos de Europa” con un presupuesto centralizado va en contra de los intereses estadounidenses y dejó claro que la Casa Blanca se defenderá ferozmente ante cualquier incremento de “proteccionismo” en Europa.

Además de insistir en que esta iniciativa conducirá a un mayor deterioro de los lazos con Washington en una Europa dividida por el “antiamericanismo”, aprovechó el momento para arremeter contra el resto de los países europeos “desagradecidos” por el apoyo masivo de EE.UU. en la reconstrucción del continente verde después de la Segunda Guerra Mundial.

En cambio, tuvo elogios para el Reino Unido, que está dejando el bloque comunitario mediante el proceso conocido como Brexit. Dijo que Londres compartió los lazos muy fuertes con Washington y que estaría en primera fila para alcanzar un acuerdo comercial con Estados Unidos.

Se empieza a entender quién está detrás del Brexit Farage ha asegurado que la UE se está acercando a su fin, y cree que la iniciativa británica abrió el camino hacia una Europa de Estados soberanos. «La UE está fallando, la UE está muriendo, espero que hayamos sacado el primer ladrillo de la pared», ha afirmado.

Trump destruirá el euro  Los objetivos clave hasta ahora son China y Alemania, dos países con el mayor superávit comercial con Estados Unidos. Una mirada más cercana, sin embargo, sugiere que Washington se está preparando para lanzar lo que James Rickards, a veces asesor en los mercados de capitales a la comunidad de inteligencia de EE.UU., se refiere como “guerras de divisas”. Aparte de la obvia meta de China, Para destruir el euro y su sistema monetario europeo. Aquí Alemania está en el corazón, una razón, quizás, porqué la canciller Merkel parece tener dolores severos del gas cada vez que se pronuncia el nombre Trump.

Pero que nadie se engañe: los que se oponen a esta Unión Europea, el eje anglo-norteamericano y sus minions de la ultraderecha (que siempre han servido al imperialismo de EEUU, como nos recuerda la Operación Gladio en Europa o el Plan Cóndor en América), no dejan de ser otra parte del mismo bando represivo contra las poblaciones y los individuos y simplemente, pretenden retornar a la gloria dominante del eje anglosajón.

Tampoco podemos olvidar y debemos de saber como la Operación Gladio funciono en España. Al terminar la Segunda Guerra Mundial, Washington y Londres, que no habían tenido el menor escrúpulo en permitir que el general Franco acabara con la República Española, tampoco tuvieron el menor reparo en establecer una alianza con el Caudillo. Madrid se convirtió en la base de retaguardia de diversas organizaciones criminales y en Las Palmas incluso se abrió un centro de entrenamiento para la guerra secreta. Como la dictadura franquista se mantenía en el poder únicamente gracias al apoyo de los anglosajones, todos los miembros de su gobierno provenían del Gladio. Al morir el Caudillo, la condición previa del tránsito hacia la democracia fue que se mantuvieran las bases militares estadounidenses en España y que el país se incorporara a la OTAN. El Gladio pasó entonces a la clandestinidad, sin abandonar el poder.

Paul Craig Roberts agosto 7/2014  Europa ha dado su conformidad a unirse a Washington en su guerra contra Rusia; una guerra que podría ser la guerra final para la humanidad.

El bajo nivel de respuesta de Rusia a las agresiones de Washington, pueden dar a Occidente la impresión equivocada de que Rusia es débil y temerosa y envalentonar aún más a Washington en sus deseos de guerra.

Frente a las sanciones económicas impuestas a Rusia, todas ellas esencialmente ilegales y belicosas, aplicadas gratuitamente a varios individuos y empresas rusas por parte de Washington y sus títeres de la UE y de Suiza, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha ordenado la aplicación de una serie de contramedidas.

Pero, según dice Putin, Rusia debe ofrecer una respuesta contenida: “Obviamente tenemos que hacerlo con cautela, con el fin de apoyar a los fabricantes nacionales, pero sin perjudicar con ello a los consumidores”

Esa es precisamente la postura que Vladimir Putin debería tener en todo lo referente a  Europa. En una mano sostiene la ruina de toda Europa. En la otra, tiene la paz y la libertad, focalizada en las relaciones entre Rusia y Europa.

La canciller alemana, Angela Merkel, acaba de reconocer en público lo que hasta hace poco sólo se hacía en privado. Ya en vísperas de las reuniones de la OTAN en Bruselas y del G-7 en Taormina, se temía que el presidente Trump pudiera decirlo abiertamente en sus intervenciones oficiales o en sus tuits. Con sus gestos, sus palabras y silencios ha dejado claro que no nos quiere a los europeos o, al menos, que no nos consiente tanto como antes.

Stacy Herbert opina que nos encontramos «en pleno proceso de desglobalización» y que, una vez más, «Alemania se encuentra en el centro de todo». En concreto, hace referencia a las recientes declaraciones de la canciller Angela Merkel en relación a que Alemania ya no puede depender de EE.UU. «Los europeos tenemos que tomar las riendas de nuestro propio destino»

Javier Rodríguez Carrasco La mayor discordia en el encuentro ha sido la lucha contra el cambio climático. «La reunión ha evidenciado la gran brecha que separa al presidente de EE.UU. del resto de sus socios. La declaración final del que ya podemos llamar G6 maquillaba un poco esa desunión, otorgando ‘más tiempo’ a Trump», cuenta el anfitrión de ‘El Zoom’, añadiendo que se trata de la primera vez en la que los miembros de este grupo no están de acuerdos en este asunto.

 “Cuando trato con mis enemigos” decía Belisario, “Estoy más acostumbrado a dar que a recibir consejos; pero mientras lo hago, en una mano ofrezco la ruina absoluta y en la otra, la paz y la libertad”